jueves, 12 de septiembre de 2013

Fascitis Plantar

La fascitis plantar es una patología ortopédica que se presenta con relativa frecuencia, siendo de importancia en deportistas, principalmente en corredores, donde se describe hasta un 10% de tasa de ocurrencia.

Se define como una inflamación de la fascia plantar. Ésta última es la continuación del Tendón Calcáneo, y corresponde a una banda ancha de tejido colágeno que discurre entre la apófisis medial de la tuberosidad del calcáneo y se extiende hacia distal en sentido longitudinal formando cinco bandas que se insertan en cada dedo.

La función de la fascia es la transmisión de las fuerzas provenientes desde el Tríceps sural hacia los dedos del pie. Además, por sus propiedades viscoelásticas tiene el rol de absorber y distribuir la gran cantidad de energía que se produce en cada paso durante la marcha, disminuyendo de este modo las consecuencias que pudiese tener esta fuerza de impacto, cooperando así en la marcha, equilibrio y bipedestación.



Al sufrir un cuadro de inflamación de la fascia ésta presentará alteraciones estructurales de sus componentes, principalmente una desorganización, desorientación y separación de las fibras de colágeno que la componen.

Las fases de la marcha que se verán más alteradas producto de esta lesión serán aquellas que involucren un apoyo de retro y mediopié. Esto se explicaría por el rol que cumple la fascia como estabilizador estático del arco longitudinal medial. La forma en que esta estructura reacciona durante la marcha humana es alternando ciclos de tensión y relajación, generándose mayor tensión en el momento en que los dedos realizan una extensión, es decir, durante las últimas etapas de la fase de apoyo.

Dentro de los factores predisponentes a desencadenar una fascitis son:

·         Comienzo de un entrenamiento intenso sin un adecuado acondicionamiento progresivo.
·         Sobrecarga y debilidad muscular.
·         Alteraciones anatomo-funcionales, como pie plano, pie cavo, calcáneo varo o valgo, etc.
·         Calzado o superficies de entrenamiento inadecuadas.
·         Obesidad.
·         Rango etario superior a 40 años 

Además, Wearin et al, subdividen los factores etiológicos y de riesgo en dos subcategorías que se detallaran a continuación:

Factores extrínsecos
·         Tipo de actividad.
·         Nivel e actividad (frecuencia, intensidad y duración).
·         Traumas.
Factores intrínsecos

  •          Índice e masa corporal.
  •          Pronación de la articulación subtalar.
  •          Fuerza muscular asimétrica.
  •          Varo tibial.
  •          Torsión tibial o femoral.
  •          Reducción del movimiento de dorsiflexión de tobillo
  •          Tensión del tendón de Aquiles.
  •          Debilidad de la musculatura plantiflexora de tobillo 

Al realizar el diagnóstico de esta patología nos vamos a encontrar con una sintomatología característica, representada por un dolor localizado en la superficie plantar, específicamente a nivel de la tuberosidad medial del calcáneo y que es irradiado a través del arco longitudinal medial del pie.  El dolor que se desencadena aumenta al realizar algún tipo de presión, en las últimas etapas de la fase de apoyo en que se observa la mayor tensión, sobretodo posterior a un periodo relativo de reposo..

Las alteraciones más características que se van a encontrar durante la marcha en presencia de fascitis plantar son en las que el paciente deba apoyar el talón, se observará una marcha en la que el paciente evitará a toda costa la descarga de peso sobre la extremidad afectada, obligando a realizar el movimiento con apoyo de los metatarsianos. Los parámetros de la marcha que se van a encontrar alterados en comparación a un sujeto sano son principalmente la disminución de la velocidad de la marcha y de la etapa de impulso, a su vez como se dijo anteriormente disminuye la carga sobre el talón lo que conducirá a un aumento de la carga sobre el antepié.

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