Osgood y Schlatter, por separado, describieron esta patología
como una hipertrofia de la tuberosidad anterior de la tibia (TAT) de origen
traumático. Actualmente se ha descrito el Osgood-Schlatter como una enfermedad
en que se produce una epifisitis de tracción repetitiva del tubérculo tibial
por acción el músculo cuádriceps.
Afecta mayormente al sexo masculino en
una relación de 3:1. Dandose principalmente entre los 12 y 15 años en los hombres,
y en las mujeres se presentan entre los 8 y 12 años. Generalmente es unilateral, aunque
clínicamente puede observarse un aumento de volumen bilateral. Tiene una mayor incidencia en
niños que practican algún deporte (principalmente los que incluyen carreras y
saltos) durante un periodo de rápido crecimiento, afectando entre 10 y 20%.
La
etiología no está bien clara pero existen diferentes teorías acerca de esta, la
más aceptada es la teoría de crecimiento, en que el desarrollo se produce a un
ritmo diferente (mayor a lo normal), esto provoca que los músculos y tendones
se tensen y produzcan una tracción de la TAT, lo que conlleva a una apofisitis.Otra teoría es por una tracción de la TAT produciendo una apofisitis
producto de esfuerzo repetitivo del cuádriceps, en la que incluso se puede
llegar a producir una avulsión crónica del centro de osificación secundario de
la TAT. La avulsión de la TAT puede ocurrir en la fase de preosificación o en
la fase de osificación en el centro de osificación secundario.
Los autores Ogden y Southwick sugirieren que esta enfermedad es causada
por la imposibilidad que tienen los centro de desarrollo de osificación de
soportar las fuerzas del tendón rotuliano, lo que resulta en la avulsión del
centro y la posterior formación de hueso extra entre los fragmentos.
Además de las teorías anteriormente
descritas está la de origen traumático, esta última sería debido a microtraumas
repetitivos en la TAT, dado por la contracción del cuádriceps y del tendón
rotuliano lo que hace perder la continuidad del tendón-hueso trayendo consigo
una fragmentación de la TAT y la consiguiente inflamación alrededor de la zona.
El principal signo que presenta esta
patología es el dolor en la zona anterior de rodilla, el que aumenta con el
ejercicio físico intenso. A la exploración física los pacientes
presentan una prominencia excesiva de la TAT, refiriendo dolor a la palpación y
sensibilidad en esta zona. Ocasionalmente presentan dolor en el
sitio de inserción del tendón rotuliano sobre la TAT a la extensión de rodilla
contra resistencia.
Factores
predisponentes
Principalmente se presenta en
deportistas que participen en actividades que se caractericen por su alta
intensidad y volumen de entrenamiento.Se ha visto, también, en deportistas que
presentan acortamiento de los músculos, ya sea el cuádriceps o los isquiotibiales.
Otro riesgo importante de considerar es el
sobrepeso, niños de edad entre 11 y 18 años principalmente sexo masculino, que
tienen un aumento rápido del crecimiento esquelético con una mala condición física.
Evaluación
clínica
Durante el examen físico desde la inspección podemos visualizar el
aumento de volumen en la zona anterior de la tibia, con una prominencia en la
zona del TAT.
En la etapa de palpación el paciente puede manifestar sensibilidad y
dolor en la zona, lo que aumenta si se
le solicita realizar una extensión de la rodilla contra resistencia. Estos
síntomas pueden ir disminuyendo durante 12 a 24 meses antes de la resolución completa, pero en aproximadamente
un 10% de los pacientes los síntomas continúan sin interrupción hasta la edad
adulta.
Imagenología
Existen diversas técnicas imagenológicas
que nos sirven para complementar el diagnóstico clínico. Lo más básico es la
radiografía, en este caso se solicita las vistas anteroposterior (AP) y
lateral, en éstas podemos encontrar zonas de edema alrededor de la TAT en
conjunto con aumento de la densidad de los tejidos blandos que se ubican por
sobre la TAT. A su vez, se visualiza engrosamiento del tendón rotuliano y
pérdida de la grasa del cuerpo de Hoffa, e incluso en las etapas más avanzadas
podemos encontrar fracturas epifisiarias de la TAT.
Otra alternativa imagenológica es la Resonancia
Magnética Nuclear (RMN), en esta podemos observar un aumento de la señal en el
tendón rotuliano, inserción del mismo en la TAT y tejido blando que rodea la zona
(potenciada en T2). Otros autores describen una inserción del tendón rotuliano
levemente más proximal en conjunto con mayor área de inserción.Al realizar cintigrafía se puede
evidenciar distribución asimétrica del medio de contraste a nivel de la
tuberosidad.
Otra forma de diagnosticar esta patología es a través de la ultrasonografía, acá se observa engrosamiento del tendón patelar principalmente en su porción distal y con ecogeneidad aumentada, además se puede visualizar edema y en el caso de que la enfermedad esté en una etapa avanzada se puede observar la fragmentación de la TAT.
Otra forma de diagnosticar esta patología es a través de la ultrasonografía, acá se observa engrosamiento del tendón patelar principalmente en su porción distal y con ecogeneidad aumentada, además se puede visualizar edema y en el caso de que la enfermedad esté en una etapa avanzada se puede observar la fragmentación de la TAT.
No hay comentarios:
Publicar un comentario